La teca brasileña produce la extraordinaria haba tonka; en Bois Doré éste es el componente estrella.
Esta semilla, con un ligero acento de tabaco, es oscura como la madera quemada. Se trata de una creación artesanal que fusiona a la perfección sus ingredientes con la madera y el brillo del oro.
El toque final lo dan el almizcle y la vainilla que otorgan a esta fragancia el carácter y la luminosidad.